Finalmente, INEGI publicó el dato revisado del PIB, y para mi sorpresa, mantuvo un crecimiento prácticamente igual al que había registrado el dato oportuno. Como usted sabe, tengo muchas dudas de cómo es que se obtiene esa cifra, porque no coincide con lo que reporta el mismo INEGI con la actividad mensual. Es cierto que las series no son idénticas, se construyen de forma diferente, y por lo tanto no tienen que dar el mismo resultado. Pero tampoco me parece lógico que haya una diferencia tan importante como la que veremos a continuación.
Antes de eso, en la figura 1 le muestro el comportamiento del PIB desde 1993, junto con la tendencia observada desde entonces y hasta 2018 (que en realidad puede verse desde 1978): un crecimiento anual promedio de 2.4%. El dato que se reportó para el tercer trimestre ya casi alcanza el valor que tuvo el PIB en 2018, y le falta apenas medio punto. Sin embargo, en comparación con la tendencia, es decir, el crecimiento que habíamos mantenido desde la segunda mitad del sexenio de José López Portillo hasta el fin del gobierno de Peña Nieto, a pesar de todo tipo de crisis, nos faltan casi 11 puntos.
Considerando que la población ha crecido en ese lapso más o menos 5% (deducción de la población en edad de trabajar), esto significa que, en promedio, cada mexicano es hoy 16% más pobre de lo que era antes de esta administración. No fue culpa de la pandemia, sino de la administración.
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Gracias Maestro Macario Schettino, excelente analisis.